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Opinión: Volveremos a una nueva normalidad, pero para muchos seguirá siendo sin sonrisa…

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Somos SOCCAS

Trabajando activamente para que que la calidad asistencial y la seguridad del paciente se transformen en temas prioritarios en las políticas públicas de salud en nuestro país.

Por Dr. Cristián Montero

Es lo que todos esperamos, que regrese la normalidad, aunque ya deberíamos integrar que será una nueva normalidad la que nos tocará seguir viviendo quizás por mucho tiempo más. Se alejaron los saludos, abrazos y besos y también las reuniones en la que podíamos expresarnos libremente como seres sociables, hoy es a rostro semicubierto, cuidándonos siempre, el temor está presente.

Equipos completos de salud que hoy llamamos héroes sin capa, héroes agotados de esfuerzo permanente y entregando todo sin saber muchas veces contra que se está luchando. Discusiones infinitas al alero de quién es el que sabe más de algo tan desconocido, equipos de expertos que pocas veces parecen ser escuchados, proponiendo estrategias para hacer las cosas distintas, diferentes de ayer y posiblemente distintas de mañana, un aprendizaje continuo. Se ha puesto en jaque al ser humano, a ese que muchas veces le llamamos “animal de costumbre”, hoy a ese le está costando mucho esta nueva forma de vivir.

Volver a sonreír cuando no hacemos comunicación efectiva, cuando la autoridad pide cuidarse y tras cartón se abren centros comerciales, malls y otros tantos. Volver a sonreír intentando normalizar algo que no está normal, hospitales y clínicas a tope, sin capacidad de camas y un colapso total, queriendo poner en el olvido ese fantasma de la última cama que ojalá nunca nos llegue. A ratos todo pareciera pender de algo divino o más bien de la nada. Cifras, estadísticas y análisis por doquier y que son privilegio de unos pocos, el resto no las entiende, solo entiende que le está costando mucho entender. 

Volver a sonreír cuando miles de compatriotas no saben cómo alimentarán a sus hijos mañana. Cuando nuestros abuelos no son prioridad al final de su vida, cuando seguimos con pequeños inocentes que se acuestan con su estómago vacío. Sorprende nuevamente la política, parecen todos coincidir permanentemente en temas básicos para nuestra sociedad, sin embargo, continúa costando tanto ser empático y entender al país, ese país que está alejado, muy alejado de esos privilegios que llegan solo a unos pocos. Parece imposible de entender cuando los tomadores de decisión viven una realidad tan distinta. Me he preguntado mi vida entera porque nos cuesta tanto centrar nuestro esfuerzo en hacer de Chile un mejor país, un lugar que ponga por delante de todo la igualdad de oportunidades; educación, salud y vivienda. Esos son temas en los que seguro también todos coincidimos.

¿Cómo vuelve a sonreír nuestra gente?, ¿cómo vuelve a sonreír incluso aquel que por circunstancia divina quisiera hacerlo, pero tampoco puede?. Oculta y cubre su boca al hablar por vergüenza a su condición sin dentadura. ¿Cómo vuelve a sonreír esa mamá o ese papá que quiere salir a luchar por un mejor futuro y, además de mil barreras, se siente en condición de menoscabo porque su salud bucal no se lo permite? ¿Qué calidad de vida es esa?

Falta mucho camino para salir de esta pandemia, ojalá aprovechemos este aprendizaje tan duro para ir construyendo una nueva normalidad en la que todos y todas tengamos cabida y que verdaderamente podamos sonreír.

Al final si, seguro que muchos podremos adaptarnos a esta nueva normalidad, sin embargo y lamentablemente para muchos otros miles, seguirá siendo una nueva normalidad, pero aún sin sonrisa.